El senador Mario Vázquez afirmó que la nueva Ley de Aguas “no nace del acuerdo ni de un diagnóstico serio, sino de una decisión unilateral del Gobierno”. Señaló que la propuesta fue construida a espaldas de quienes producen y protegen el agua todos los días, al ignorar por completo a agricultores, especialistas y pueblos y comunidades indígenas, a pesar de que la consulta es una obligación constitucional.

“La propuesta llega sin escuchar a nadie y pretende justificar su contenido con un relato distorsionado sobre el agua en México. Ese es el origen real del problema: una reforma impuesta y sostenida en una narrativa engañosa que criminaliza a quienes hoy mantienen viva la producción del país”, abundó el legislador por Chihuahua.

En este sentido, Mario Vázquez presentó tres compromisos que —subrayó— deberían incorporarse a la reforma para responder de manera real al problema nacional del agua:

Casi 40% del agua bombeada en las ciudades se pierde en fugas. México necesita reposición de tuberías, medición eficiente y modernización de sistemas.

Modernizar riego, reparar canales, construir obras de captación y tecnificar parcelas. “Cada peso invertido produce más, ahorra agua y fortalece la seguridad alimentaria.”

“Una ley no sirve si la institución encargada de aplicarla está debilitada.”

Se requieren más ingenieros, supervisión real, presencia regional y recursos suficientes para operar.

Vázquez denunció que Morena alimenta la idea de un supuesto “acaparamiento” del agua, sin presentar pruebas, listas ni responsables. Lo único que logran, sostuvo, es sembrar desconfianza y división en lugar de ofrecer soluciones reales.

Además, destacó que uno de los retrocesos más graves es la eliminación de las transmisiones automáticas que históricamente daban continuidad productiva y acompañaban a la tierra. “En su lugar, Morena propone un sistema de reasignaciones discrecionales, sujeto a trámites, criterios burocráticos y decisiones centralizadas en una sola autoridad federal”, expuso.

Asimismo, advirtió que esto coloca a las familias productoras “de rodillas frente a la discrecionalidad”. La herencia queda a expensas del criterio de un burócrata que nunca ha pisado un campo”, agregó.

Aunque en el discurso se mencionan Consejos de Cuenca y mecanismos de participación ciudadana, Vázquez advirtió que “en la práctica no tienen facultades vinculantes”, lo que generará más retrasos, cuellos de botella y espacios para la corrupción.

El senador panista alertó que esta ley “criminaliza al productor”, ya que mantiene un régimen que puede llevar a cárcel o multas elevadas por prácticas comunes del campo, como bordos, presones o pequeñas obras de captación de lluvia.

“Están tratando al productor como sospechoso. Pretenden resolver en Almoloya lo que se resuelve en el campo. Y lo hacen en un país donde el ciudadano tiene menos medios de defensa por un Poder Judicial cooptado y fiscalías a modo.”

Finalmente, Mario Vázquez dirigió un mensaje a las y los productores del país:

“DEFENDER EL AGUA ES DEFENDER A MÉXICO.” Subrayó que esta defensa debe hacerse con certeza jurídica, respetando el patrimonio formado por la tierra y el agua, sin criminalizar al productor y orientando recursos hacia donde el país realmente los necesita, porque —aseguró— la ley del oficialismo no lo hace.

“A las familias productoras, desde Chihuahua hasta Yucatán; desde Jalisco y Guanajuato hasta Nuevo León; desde Baja California hasta Puebla y Veracruz: cuentan con nosotros, cuentan con el PAN. No se rindan. Defender el agua es defender la producción de alimentos, es defender a las familias campesinas, es defender a todo México.”

Redacción