La Senadora de Morena por el estado de Tlaxcala Ana Lilia Rivera Rivera fue exhibida luego de que su personal el cual al amparo del Senado de la República, lucró con las instalaciones de la cámara alta gestionando reuniones con alcaldes a espaldas de la Comisión de Defensa que preside la originaria de Calpulalpan.
En una investigación de Excélsior, se exhibe como Jefa de Oficina de la Senadora morenista Ana Lilia Rivera, Anel Bautista Delgado gestionaba con papel membretado del Senado de la República reuniones con alcaldes y funcionarios para ‘corregir’ la estrategia de seguridad de municipios. Dichas reuniones eran para enviar a un trabajador del Senado que responde al nombre de Gerardo Horta Ocaña, el cual cuenta con un historial de corrupción y negocios al amparo del Senado como lo es la renta de espacios para eventos que para la cámara alta eran gratuitos, mientras que los gestores cobraban a quienes realizaban los eventos.
En ese sentido, mientras la Senadora de Tlaxcala se encuentra en una constante campaña política en su afán por ser gobernadora de Tlaxcala, su jefa de oficina se la pasaba gestionando a nombre de la comisión que Rivera Rivera preside, reuniones con alcaldes como el de Ahome, Sinaloa, quien no dudó en denunciar a la funcionaria de Ana Lilia Rivera quien de acuerdo al Órgano Interno de Control del Senado, habría sido despedida por la titular de la Comisión de Defensa en el Senado.
De igual manera el pasado 19 de junio, Anel Bautista como jefa de oficina de la Senadora Ana Lilia, gestionó una reunión con el titular del fracasado Aeropuerto Felipe Ángeles para dar una conferencia ‘magistral’ denominada: El AIFA: Innovación, Sustentabilidad y Oportunidades para la Aviación en México.
Dicho evento fue solicitado a la jefa de oficina de Ana Lilia Rivera Rivera por la organización CUTVA Educación el mismo 19 de junio y realizado el pasado 8 de agosto en el Salón de la Comisión Permanente en el sótano 1 del Senado, revela Excélsior.
Tras el escándalo desatado, Excélsior explica que Ana Lilia Rivera quien dedica todo el tiempo a generar reuniones políticas en Tlaxcala olvidando su función como Senadora de la República, tuvo que pedir la renuncia de su jefa de oficina y enviar oficios a quienes tuvieron contacto con su subordinada para desconocerla y señalar que hizo ‘uso indebido de la comunicación y documentación oficiales’, deslindando así su responsabilidad como Senadora por su personal.
Aquí puedes leer la investigación completa de Excélsior.
Redacción